Descubrir Cosenza es, en cierto modo, un viaje en el tiempo. La ciudad se divide en Cosenza Vieja y una parte más moderna.
Cosenza Vieja se caracteriza por sus palacios señoriales, tiendas tradicionales, iglesias y plazas. El Corso Telesio es la calle principal que recorre todo el centro histórico de la ciudad, situada en la cresta de Pancrazio.
La Cosenza moderna, en cambio, su parte más innovadora, se caracteriza por interpretaciones arquitectónicas y renovaciones desde una perspectiva más contemporánea. ¡Sumérgete en el sugerente ambiente de la ciudad!
Para tener una base de noción histórica, tu viaje debe comenzar sin duda con una visita a las fortalezas y los edificios antiguos. Una parada en su itinerario debe ser, por tanto, el Duomo di Cosenza, también conocido como Catedral de Santa María Assunta, de estilo gótico y barroco. Desde 2011, el Duomo forma parte del patrimonio italiano de la UNESCO.
En la colina de Pancrazio, una de las siete colinas de Cosenza, se encuentra uno de los principales símbolos de la ciudad, el Castillo Normando-Suabo. La fortificación pasó por varias fases, desde el primer periodo suevo hasta los éxitos angevino y aragonés, y luego se renovó bajo los Borbones.
Cosenza era uno de los principales centros de producción de gusanos de seda. La cría de gusanos de seda y su producción habían sido fundamentales para el sustento de las clases bajas y la principal ocupación de las mujeres durante generaciones.
Otra curiosidad que quizá no te esperes tiene que ver con la calle principal de la ciudad, Corso Telesio. Toma su nombre del ilustre filósofo nacido y criado en Cosenza, Bernardino Telesio, cuya doctrina inspiró a varios filósofos famosos como Giordano Bruno, Descartes, Francis Bacon y Tommaso Campanella. ¿Lo habrías adivinado alguna vez?