¿Qué hacer en la Toscana en 3 días?

Tesoro del arte italiano, la Toscana sabe recibirle entre tradiciones milenarias. Si se pregunta dónde alojarse para visitar la Toscana, tenga en cuenta las visitas guiadas de myTour in Italy antes de reservar.

Esta región de Italia no sólo ofrece vistas de postal, viajes a través de los sabores de su cocina y la riqueza de sus vinos DOCG, sino también un verdadero viaje a través de los sentidos. El resultado deja una verdadera huella en el corazón de quien aprende a vivirlo.

Día 1: Florencia y el arte del Renacimiento

Famosa en todos los rincones del planeta, Florencia es la ciudad que más expresa el sentido de la italianidad. Cuna de poetas, pintores, escultores y hogar del arte, la ciudad le recibe majestuosamente para mostrarle su belleza a lo grande.

El primer día del recorrido se abre con el misterio y los secretos que esta ciudad siempre ha sabido ocultar. Pasear por su centro histórico puede ser una excelente manera de descubrir sus fascinantes detalles y comenzar a adentrarse en la misteriosa ciudad. Déjese envolver por la riqueza del Baptisterio, el Duomo y la Catedral, que se alzan majestuosos entre el mármol que enriquece sus fachadas.

Pasar junto a la casa de Dante, observar los detalles del Palazzo Vecchio para seguir la huella dejada por los Medici, entrar en la Piazza della Signoria y experimentar el encanto y los secretos de las grandes obras maestras del arte, todo ello sólo puede devolverle las sensaciones que sólo Florencia puede dar.

Paseando por las alas de la Galería de los Uffizi, podrá entregarse a los placeres del arte entre el "Nacimiento de Venus" y la "Primavera" de Botticelli, las obras de Piero della Francesca, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y todo el arte que alberga este magnífico contenedor.

Día 2: La Toscana de los pueblos y las colinas

El segundo día está dedicado a la belleza. Región de vinos y paisajes de postal, visitar la Toscana significa adentrarse en el corazón de sus tierras para tocar la belleza que se transforma en los productos de la tierra.

San Gimignano, no hay mejor manera de acercarse a la belleza de la tierra que separa Florencia y Siena. Su famosa arquitectura se hace única gracias a sus torres medievales. Hasta 72 torres atestiguan el poder y la riqueza de las familias adineradas que las erigieron. Catorce de esas torres se han conservado y dan una impronta del pasado al ambiente de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los campos de azafrán embellecen su campiña, mientras que los viñedos recuerdan la producción de Vernaccia, el primer vino DOCG de Italia. Tras un breve recuerdo de la antigua lira italiana en Monteriggioni, atravesar el corazón del Chianti para degustar los sabores de la auténtica Toscana también puede proporcionar sensaciones únicas al paladar. Visitar la cuna del Brunello di Montalcino, vino DOCG y orgullo de Italia, es la mejor manera de terminar esta segunda jornada toscana por todo lo alto.

Día 3: Excursión de sabores en Siena

La balzana bicolor sienesa le da la bienvenida en esta tercera jornada de descubrimientos por la Toscana. Ciudad preciosa por su valor histórico, el arte que conserva y el paisaje que la acoge, Siena es otro de los lugares de la región declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Presente ya en época etrusca, Siena es una de las ciudades toscanas con una historia más antigua. Gracias a su posición estratégica para el comercio, Siena adquirió importancia en la Edad Media y se convirtió en un contendiente por el dominio sobre Florencia en el norte de la Toscana.

Mencionada incluso por Dante Alighieri, Siena ofrece al visitante toda su famosa historia. El Duomo, el Baptisterio de San Giovanni, la famosa Piazza del Campo, el Palazzo Pubblico con la Torre del Mangia, son sólo algunos de los monumentos que visitar en la ciudad.

Tanto como su historia, la cocina sienesa es la auténtica protagonista. Deambular por las calles de la ciudad para descubrir sus sabores puede ser la mejor manera de despedirse de la bella Toscana. Un buen comienzo puede ser degustar los típicos crostini, embutidos toscanos y quesos locales mientras se saborea un buen Chianti. Pasar a degustar los tradicionales pici, quinine y terminar con ricciarelli y panforte también puede alegrar el final de estos tres fantásticos días toscanos.