Visita de un día a Verona desde el Lago de Garda

Verona es un claro ejemplo de una ciudad que ha crecido de forma progresiva y continua a lo largo de dos mil años, incorporando elementos artísticos de la más alta calidad de todas las épocas a las que ha sobrevivido. Es una de las ciudades italianas en las que el paso de los romanos es más visible. También es muy importante mencionar la pasada presencia de la familia Scaligeri en este lugar. Al llegar a Verona, el autobús le dejará en el aparcamiento dedicado a ello; a continuación, un breve paseo de 10 minutos hasta la Piazza Bra, cruzando el río Adigio por uno de los muchos puentes típicos de Verona, desde donde empezará a ver las primeras partes de esta fascinante ciudad. El lugar ideal para sacar la cámara. Y en menos de lo que crees, ¡aquí estamos en el casco antiguo! Reúnase con un guía local especializado que le mostrará todos sus maravillosos tesoros en una visita a pie de 90 minutos: la Arena, la Piazza dei Signori, la Piazza Erbe, la casa de Julieta, pero también Castelvecchio, las tumbas de la Scala (Arche Scaligere) y el Ponte Pietra. A continuación, disfrute de unas 2 horas de tiempo libre para pasear libremente por las calles del centro, descubriendo antiguas y poco conocidas callejuelas con edificios románicos y calles más modernas, como una de las más elegantes de Italia, Via Mazzini. Esta calle, especialmente popular, se ha convertido en la más importante de Verona gracias a las marcas de alta costura que venden allí con sus tiendas locales, lo que la convierte en un lugar ideal para las compras de lujo. Admire esta hermosa ciudad y, antes de marcharse, hágase unas fotos delante de la Arena como recuerdo, quizás junto al típico icono romano, el Pretorio.