12 oct 2020
En el Véneto, naturaleza rima con aventura. Hay muchos lugares que explorar y visitar. Los espíritus más aventureros quedarán realmente satisfechos gracias a la gran variedad de lugares por descubrir. Desde las altas cumbres de los Dolomitas hasta los lagos costeros, ¡hay para todos los gustos! Sin embargo, entre las cosas que no hay que perderse en el Véneto, no podemos pasar por alto ciudades como Venecia y Verona, famosas en todo el mundo por su singularidad. Desde el punto de vista culinario, entre las cosas que hacer en el Véneto destaca la ruta del vino y los productos típicos.
La variedad de paisajes del Véneto atrae a miles de personas cada año. Podríamos definir el Véneto como la región de los lagos. En primer lugar, sin duda, el lago de Garda, ¡cuya orilla oriental bordea el Véneto! Se trata de la formación de yacimientos fósiles, un paisaje lleno de castillos que visitar, eventos deportivos en el agua y la pesca, ¡que siempre ha desempeñado un papel fundamental! Otros lagos que se pueden visitar en el Véneto son el Lago del Cadore, el Lago di Fimon y los lagos Prealpinos. Mientras que en verano puede relajarse tomando un cóctel junto al lago, en invierno no puede perderse la oportunidad de esquiar en las cumbres más altas de los Dolomitas y saborear un buen chocolate caliente en un refugio de montaña.
Visitar el Véneto no sólo significa sumergirse en la naturaleza y la actividad física, sino también relajarse y dejarse mimar por expertos en bienestar. Pasar un día o un fin de semana entero en uno de los balnearios del Véneto puede ser una experiencia realmente única. Balnearios al aire libre o cubiertos, tratamientos de bienestar y cenas saludables son las palabras clave para quienes buscan unas vacaciones relajantes. Entre los balnearios más conocidos del Véneto se encuentran sin duda los de Abano Terme, cerca de Padua. El Véneto, sin embargo, ofrece realmente muchas opciones de balnearios, ¡sólo tiene que encontrar la solución que más le convenga!
El patrimonio cultural y artístico del Véneto es realmente notable. Sus guardianes son, sin duda, las ciudades. La primera y más importante es sin duda Venecia, única por su ubicación sobre el agua y los canales que se pueden recorrer en góndola. Un paseo en góndola al ritmo de música clásica y una visita guiada al Palacio Ducal son imprescindibles si se encuentra en la laguna veneciana. Verona, en cambio, es de un estilo completamente diferente. Famosa por sus dos protagonistas shakesperianos, Romeo y Julieta. Tanto el balcón de Julieta como la casa de Romeo son accesibles a los visitantes. Tampoco hay que perderse la Arena de Verona, que acoge cientos de conciertos y eventos cada año. Tampoco puede perderse Padua, rica en obras de arte de Donatello y Giotto, ¡hágala una de las paradas obligadas si visita el Véneto y le gusta el arte!
Los platos típicos del Véneto cuentan con una larga tradición. Gracias a su proximidad tanto al mar como a los Alpes, la cocina véneta varía desde platos como el baccalà (bacalao salado) hasta platos de carne como el "Bigoli con l'anara", una pasta hecha a mano que se sirve con una salsa a base de despojos de pato. Imposible, pues, no probar la polenta y los famosos "risi e bisi", típicos de los lugares de montaña. La tradición vinícola no es menos importante, basta pensar en los vinos de Valpolicella. Entonces, ¿se puede decir que se ha visitado el Véneto sin hacer una ruta del vino y el prosecco? Por supuesto que no. El tour del prosecco volverá loco a todo el mundo, ¡ya sea en dulce compañía o solo! Nuestro tour le llevará a los lugares de origen del Prosecco DOC, dándole la oportunidad tanto de degustar uno de los productos más famosos de Italia como de visitar las colinas, patrimonio de la UNESCO, donde se produce.