10 nov 2022
Siempre en movimiento y a menudo envuelta en un espeso manto de niebla, Milán puede parecer gris, caótica y sin alma a primera vista. Sin embargo, si se toma el tiempo necesario para descubrir lo que hay más allá de la superficie, se dará cuenta de que Milán tiene mucho que ofrecer a los turistas. Como capital italiana de los negocios, la moda y el diseño, la ciudad es rica en edificios históricos, galerías de arte, museos y joyas culturales. Milán también destaca en el sector servicios, por lo que le esperan magníficos lugares para comer, beber, ir de compras y bailar. Echemos ahora un rápido vistazo a la rica historia de esta capital.
La historia de Milán se caracteriza por batallas, invasiones y guerras, así que intentaremos resumirla sin hacerla demasiado larga y aburrida, como si fuera una lección de historia. La capital de Lombardía fue fundada alrededor del año 600 a.C. por los insubrios, pero más tarde fue conquistada por los romanos y se convirtió en la capital del Imperio Romano de Occidente. En 1045, Milán se constituyó en municipio y, a partir de la segunda mitad del siglo XIII, la administración pasó a manos de una serie de dinastías, entre ellas las familias Torriani, Visconti y Sforza. En la década de 1980, la ciudad se convirtió en una de las capitales mundiales de la moda, cuando empresas como Armani, Dolce & Gabbana y Versace adquirieron fama internacional. Estos son sólo algunos de los aspectos interesantes de esta extraordinaria ciudad. Ahora hablemos de lo que probablemente más le interese: ¡las atracciones turísticas!
Una de las atracciones más asombrosas de Milán es, sin duda, el Duomo di Milano. Esta catedral es la quinta iglesia más grande del mundo y es el símbolo oficial de la ciudad, ya que está decorada con un impresionante número de estatuas y agujas y tiene una vista desde el tejado que es sencillamente única. Otra gran atracción turística es el Castello Sforzesco con su torre central de cuento de hadas, la Torre del Filarete, que también alberga varias galerías de arte y museos como el Museo d'Arte Antica y la Biblioteca Trivulziana. Sin embargo, nada puede compararse a Santa Maria delle Grazie, que alberga la obra de arte sacro más famosa de Leonardo da Vinci: ¡La Última Cena! Con una historia tan rica e increíbles monumentos que visitar, Milán es una ciudad vibrante y de visita obligada.