6 oct 2022
Ponte Vecchio es uno de los puentes más pintorescos de Italia, que atraviesa el río Arno en Florencia. Sin embargo, no siempre fue así... Descubre cómo un puente antiguo se hizo famoso por ser un paso estrecho entre dos orillas y qué ocurrió cuando su fama fue ampliamente reconocida.
El Ponte Vecchio es una página de la historia que se remonta a la época romana. De hecho, se menciona en un antiguo documento del año 996 d.C. pero, por mucho que lo intentaron, las inundaciones siempre causaron su destrucción en los siglos siguientes, hasta 1345, cuando el arquitecto Taddeo Gaddi reconstruyó este hermoso puente, que hoy parece una sola construcción.
El Consejo de Florencia pidió que los vendedores de carne y pescado se trasladaran a Ponte Vecchio, creando un mercado local en este puente. Se les dijo que ayudaría a limpiar el centro de la ciudad, eliminando los malos olores de todas partes y ocupándose de la basura que podía acabar en el río de abajo.
Cosimo I de' Medici, señor de Florencia y propietario de un tercio (33%) de toda la riqueza de la Italia de la época, decidió hacer algo con los olores procedentes del Ponte Vecchio: pidió que se construyera un pasadizo que conectara el Palazzo Vecchio con la residencia privada de su familia, el Palazzo Pitti; de este modo, podrían cruzarlo en secreto, evitando los mercados situados fuera de su complejo palaciego, ¡sin ser vistos ni advertidos por ningún transeúnte en ambos lados! El ingenioso arquitecto/artista Giorgio Vasari lo diseñó de manera que no hubiera ventanas en toda su longitud, dando la impresión de que los muros se extendían infinitamente hasta puntos uliciales.
En 1550, Fernando I ordenó retirar todas las carnicerías del Ponte Vecchio, excepto una. Ya no podía tolerar el hedor y, en su honor, se convirtió en un hermoso lugar para que los joyeros vendieran objetos preciosos; ¡hoy en día sigue siendo una zona donde se pueden encontrar orfebres!
El puente sobre el Arno es uno de los símbolos más famosos de Florencia, pero también tiene una interesante historia que se remonta a hace más de 500 años. En 1939, Mussolini ordenó añadir unas enormes ventanas para la visita de Hitler, y la leyenda cuenta que le gustó tanto contemplar el Ponte Vecchio que prohibió cualquier reconstrucción posterior, ¡conservando únicamente esta estructura!
El puente centenario está amarilleado y desgastado, pero sigue siendo hermoso. Pasear por el Ponte Vecchio es gratis y se podrá admirar Florencia desde diferentes perspectivas. Un recorrido a pie te ayudará a comprender lo que hay a cada lado: desde la antigüedad romana hasta el Renacimiento italiano, pasando por la Segunda Guerra Mundial... La vista durante la puesta de sol ofrece quizás la mejor manera de disfrutar de la absoluta magnificencia de la ciudad, con un paisaje increíble sin coste alguno.